En un escenario donde las criptomonedas se han convertido en protagonistas del debate económico global, Bitcoin y Ethereum emergen como los dos gigantes en constante comparación. Mientras Bitcoin sigue consolidándose como el "oro digital" con una oferta limitada y una red altamente descentralizada, Ethereum ha dado pasos significativos hacia la innovación tecnológica. En los últimos meses, Ethereum ha mostrado un resurgimiento notable, casi igualando el rendimiento anual de Bitcoin, con un aumento superior al 90% en su valor. Este impulso se atribuye en parte a su plataforma versátil que soporta aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes, ofreciendo mayor velocidad y escalabilidad en comparación con Bitcoin. A pesar de que Bitcoin ha dominado recientemente gracias a su adopción institucional y la entrada de fondos de inversión, Ethereum podría estar posicionándose para un año decisivo. La reciente actualización de Ethereum, conocida como Merge, ha reducido significativamente su impacto ambiental, reforzando su atractivo para los inversores que priorizan la sostenibilidad. En este contexto, los analistas sugieren que Ethereum podría convertirse en una opción más atractiva para aquellos que buscan no solo estabilidad, sino también innovación y menor huella ecológica en sus inversiones.
A pesar de que la caída de precio de Bitcoin, la criptomoneda más importante, haya provocado la caída del resto de criptomonedas que siguen su evolución, esta bajada de precios ha suscitado el interés de inversores listos para apostar por posibles tendencias alcistas.
La caída de Bitcoin se llevó consigo al resto criptomonedas por ser el referente y termómetro del conjunto de criptoactivos, es decir, los movimientos de esta moneda digital condicionan fuertemente la tendencia del resto.
Asimismo, el sector de las criptomonedas está fuertemente vinculado al segmento tecnológico, el cual ha sufrido las consecuencias de la crisis económica internacional, registrando en los últimos meses fuertes bajadas.
También Ethereum (ETH), el eterno segundo y antagonista de Bitcoin (BTC), está atravesando una serie de fases a la baja y una comparativa entre las dos criptomonedas podría arrojar luz sobre cómo y dónde invertir en criptomonedas.
Al comparar Ethereum y Bitcoin veremos cómo ambos sistemas, aparentemente similares, se basan en tecnologías diferentes y se concibieron con objetivos distintos.
Comparativa entre Bitcoin y Ethereum
Durante los meses pasados, tanto Bitcoin como Ethereum han registrado fuertes caídas de precio, aunque no faltaron periodos alcistas en los que Bitcoin parecía retomar su camino hacia los máximos alcanzados en noviembre de 2021.
Según las previsiones de los analistas expertos no se puede excluir la posibilidad de volver a ver tanto a BTC como a ETH nuevamente al alza, pero antes de decidir en cuál de las dos invertir, es importante comparar a Bitcoin con Ethereum.
Bitcoin es considerado el precursor de las criptomonedas, nació en 2009 como proyecto de finanzas descentralizadas, un modelo alternativo que tiene como objetivo sustituir al tradicional sistema bancario.
Ethereum, en cambio, nace con la misión de permitir el uso de contratos inteligentes (smart contracts), un tipo particular de contrato capaz de crear, verificar y firmar automáticamente un acuerdo entre partes, sin necesidad de intermediarios.
Aunque BTC y ETH funcionen en sistemas que derivan de la misma tecnología blockchain, Ethereum es un proyecto mucho más evolucionado respecto al anticuado Bitcoin.
Esto es una gran diferencia de cara a la ejecución de transacciones y una serie ventajas en cuanto a la sostenibilidad, accesibilidad y velocidad en favor de Ethereum, cuyo valor, no obstante, cayó un 55% respecto al año pasado.
La caída de Bitcoin y el Merge de Ethereum

Hoy en día, el valor de BTC es mucho más accesible (está alrededor de los 18 mil euros) si se le compara con los máximos alcanzados por Bitcoin a finales de 2021: 69 mil euros.
Más contenida es la diferencia de precio de Ethereum que, después de haber rozado los 2 mil euros, bajó a 1500€.
Una diferencia de precio entre ambas que hoy por hoy es muy alta, pero que en el futuro podría reducirse teniendo en cuenta que Ethereum está dirigiéndose hacia un proyecto más innovador y sostenible.
Para ser más específicos, ambas criptomonedas usan diferentes tecnologías. Mientras que Bitcoin sigue utilizando el sistema Proof of Work, Ethereum pasó al Proof of Stake.
Respecto al altamente contaminante POW que requiere de 138 teravatios-hora, el equivalente a 114 millones de toneladas de dióxido de carbono emitido, el nuevo sistema POS que se integró a Ethereum reduce en un 99,95% sus emisiones.
La actualización de Ethereum, denominada Merge (fusión), se concluyó el día 15 de septiembre y no debería excluirse la posibilidad de que se reduzca la diferencia de precio con BTC, gracias al lanzamiento de este nuevo sistema Proof of Stake.
Comparando a Bitcoin con Ethereum, y teniendo en cuenta las críticas que ha sufrido BTC por la contaminación que emite su sistema y los objetivos ecosostenibles de ETH, podría ser económicamente interesante comprar en Ethereum (ETH) en vista de una posible subida.
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En un escenario donde la volatilidad es la norma, Ethereum emerge como una opción cada vez más atractiva para los inversores, especialmente tras su importante actualización conocida como el Merge. Este cambio no solo reduce significativamente su impacto ambiental al pasar de Proof of Work a Proof of Stake, sino que también refuerza su posición como líder en innovación tecnológica dentro del ecosistema cripto. Mientras que Bitcoin sigue siendo la criptomoneda más reconocida y su caída reciente ha sacudido el mercado, Ethereum ofrece un enfoque más sostenible y con potencial de crecimiento en aplicaciones descentralizadas. La creciente importancia de la sostenibilidad en el ámbito de las inversiones no debe subestimarse, y Ethereum parece estar un paso adelante en este sentido. Sin embargo, los inversores deben mantenerse alerta ante la volatilidad inherente del mercado y realizar un análisis cuidadoso antes de tomar decisiones. Reflexionar sobre estas dinámicas puede ayudar a determinar cuál de estas criptomonedas se alinea mejor con sus objetivos financieros y perfil de riesgo. En un mundo donde la tecnología y la economía cambian rápidamente, mantenerse informado y adaptarse es clave para el éxito en el campo de las criptomonedas.








